Las decepciones han llevado al desinterés

Por Alexandra Castañeda

Como muchos recordaremos en las elecciones presidenciales del año 2021, fue una sorpresa que en la primera vuelta el partido Perú Libre estuviera entre los más altos y votados, puesto que, por lo menos en las encuestas, nunca estuvo entre los primeros. Así pues, en la segunda vuelta, la competencia quedó entre Fujimori y Castillo, ganando este último, nuestro actual presidente, que hizo muchas promesas y ha generado muchos problemas.

Muchos se cuestionaron el porqué del éxito de aquel profesor rural tan apegado al “pueblo”, se llegó a la conclusión de que su victoria fue producto de lo cansada y disgustada que estaban las personas de zonas rurales y alejadas de la capital, pues muchos de los otros candidatos, además de anteriores presidentes, parecían haber olvidado su existencia y solo se interesaban y centraban en mejorar las ciudades, y a veces no miraban más allá de Lima.

Pero, ¿fueron reales las promesas y las campañas hechas por Castillo antes de llegar al poder?, la respuesta es clara, todo fue falso. Ahora todos ven la realidad, un presidente que no está preparado para el cargo, que ha cambiado el gabinete demasiadas veces para estar tan poco tiempo a cargo, no quiere hablar con la prensa y, como si eso fuera poco, está siendo acusado de formar parte de una organización criminal y otros delitos graves. El resultado de las acciones de Castillo ha generado decepción en la población, que en algún  momento confió en él y enojo en aquellos que nunca lo quisieron, una cosa si es clara, todos los problemas que se han generado por la incompetencia del presidente y lo demás padres de la patria, han generado el rechazo y desinterés que la población tenía hacia la política se vuelva incluso más grande.

Falta muy poco para las elecciones regionales y municipales, y han muy pocos interesados, las secuelas de la pandemia y los problemas políticos y económicos, tienen a la población exhausta, ya no sienten preocupación por el país, sino por ellos mismos de manera individual, pues deben sobrevivir. Tal y como está la situación ahora, parece ser que tendremos otra tanda de autoridades incompetentes, solo que esta vez en cada región del país.



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